¡Eh, vosotros!!! ¿Qué pasa con las grietas del
amor? ¿Con los agujeros de lo humano? ¿Por qué creéis no soportarlos? Prefiero
sangrar a borbotones a quedarme dormida.
Os desafío, seres alegres, fantasmas, durmientes…
¡Os grito al oído! ¡Me dirijo a la entraña! ¡Despertad! ¡Vomitadlo todo!
Vuestro amor-rabia-pena-alegría-intelecto-sexo-espalda-codo-pestaña… De todo esto
se llenará el mundo para ser más verdadero. Si no, estamos perdidos. Derramados.
Machacad las pastillas, despedazad los
billetes, amamantad al pobre, ser uno de ellos, inventad las palabras, elevad
el cuerpo, ahogaros en aire, en agua, rozad al peregrino, regad una planta.
Dejad de engullir grageas que os abriguen de
todo. Desistid de pensar y sentir que no sois capaces. Atrapados, pequeños, insignificantes y vidriosos. ¿Virulenta verdad? ¡Es quienes
somos!
En esta única vida, por estar encerrados, gozamos de libertad. Por ser diminutos, medimos la grandeza. Por banales, escavamos lo insondable.
Por quebradizos, rompemos y reconstruimos a cada paso TODO. TODO. TODO.
Sabedlo de una vez, ¡soportáis la tristeza!
¡Aguantáis la alegría! ¡Podéis abarcar la vida! ¡Ella os hará libérrimos,
hermosos hombres y mujeres!!