martes, 14 de junio de 2016

La Cocina

Mi amor está descalzo en la cocina.
No necesito mucho más.

Ni siquiera grandes poemas para cantarlo. 
Su caricia es concreta y real.

Recuerdo su olor al acercarme a él.
Me recubro de una feliz certidumbre. 

Él me quiere.
Yo lo quiero a él. 

Parece muy chico esto...
Pero he aquí la inmensidad de la vida. 
Su rotunda energía. Su veracidad.